El tiempo es sin duda alguna el bien más preciado que tiene el ser humano, sobre todo si eres emprendedor y te dedicas a la venta de servicios.

Vender tiempo, tú tiempo, es un negocio en sí mismo pero ello no significa que queramos vender todos y cada uno de nuestros minutos, sobre todo si ese tipo de venta se la vamos a hacer pagar a quien no debería hacerlo.

El tiempo que no se dedica realmente a un proyecto, no debería ser facturado a ese cliente que no debe convertirse en un cajón desastre donde cargar todas nuestras «horas basura».

Al empezar a vender mis servicios como delineante independiente, lo primero que descubrí es que existía una gran parte de tiempo que dedicaba a mi empresa pero que no podía ser pagado por ninguno de mis clientes.

De hecho, y sobre todo al principio, uno se da cuenta que debe dedicar más tiempo a acciones que no tienen un retorno económico al menos a corto plazo: mailing, publicaciones en redes sociales, llamadas a potenciales clientes, montaje de tu página web, montaje de tu espacio de trabajo, actualizaciones de software, formación,…y así una gran lista de cosas que haces «gratis».

Esto me ha dado pié a escribir 5 cosas que, en mi opinión, no deberían pagar nuestros clientes:

  1. No cobres tu falta de experiencia

Sé honesto, ¿cuántas veces has aceptado un proyecto y luego has pensado aquello de “¿por dónde empiezo?” Y hasta que has conseguido situarte han pasado tres horas.

Debes distinguir tu tiempo de formación de tu tiempo de trabajo.

Si estoy utilizando un nuevo programa y debo consultar un tutorial cada vez que debo ejecutar una orden, es que no debería haber aceptado el  proyecto. Mi cliente no puede, ni debe, costear mi formación.

Fórmate. Cada vez que te formas aumentas el valor de tus servicios, puedes optar a nuevos proyectos o perfeccionar conocimientos.

2.No cobres tu falta de medios

Si tu ordenador tarda en arrancar, se cuelga constantemente y tus proyectos se demoran por falta de medios. No es culpa de tu cliente.

¿Cuánto tardarías si tu ordenador fuese más rápido?, ¿si tuvieses un medidor láser en lugar de una cinta métrica? ,¿si tu smartphone no se apagase cada vez que tienes que hacer una foto con flash?

Debes procurar tener los medios necesarios para que tu trabajo no se alargue más de la cuenta. La inversión en medios es básica para tu negocio.

3.No cobres tu falta de organización

¿Te cuesta concentrarte en un sólo proyecto?, ¿saltas de uno a otro?, ¿los interrumpes por culpa de llamadas y mensajes de otros clientes?

Tu cliente tampoco debe pagar este pato. Si trabajas en un proyecto de 18.00 a 20.00 y has recibido tres llamadas de otros clientes, no puede ser que cargues a ese proyecto dos horas completas.

Tu cliente tampoco tiene culpa de que no tengas bien organizado tus proyectos en carpetas y que cada vez que buscas un archivo te pases media hora hasta que encuentras lo que buscas.

4.No cobres tu jeta.

Sí, has leído bien: jeta. Vivimos en un país donde parece normal echarle morro al asunto, donde podemos cargar tickets, dietas y horas de más para engrosar el importe de la factura.

Sobre todo cuando debemos cerrar año y no hemos facturado lo previsto.

Malas cartas, amig@. Si esta es tu manera de valorar tus servicios, estás cavando tu propia tumba.

En cierta ocasión acudí a un edificio de oficinas para realizar una actualización de planos. Por mis propios problemas de agenda, tuve que hacer esta visita un sábado por la mañana, en vez de un día laborable.

El problema de agenda era mío, no de mi cliente, así que no podía cobrar horas “más caras” por el hecho de trabajar un sábado.

Hubiera sido muy distinto si mi cliente fuese el que exigiera hacer esa visita en fin de semana, en  lugar de un día laborable. En tal caso, debería haber pagado el pato el cliente y no al revés.

Sí se debe cobrar todo el tiempo “perdido” por culpa de tu cliente. Si es uno de esos que le gusta hacer un seguimiento casi a tiempo real de su proyecto y te interrumpe constantemente, cóbraselo.

Si quiere tomar un café de una hora para dar mil vueltas a lo mismo, cóbraselo. No tengas dudas en ese caso, tiempo invertido es tiempo que debas cobrar, al margen de si estás delante del ordenador, delante de tu cliente en una cafetería o delante del volante por desplazamientos que te exige su encargo.

En esto hay profesionales que andan algo perdidos, yo he hablado con colegas que tan sólo cobran el tiempo que pasan delante del ordenador, como si todo lo demás lo considerasen “gajes del oficio”. Mal, muy mal…

Debes saber cual es tu precio por hora como profesional, ¿cuánto es el coste en euros de una hora de tu tiempo? Ese es el precio que tu cliente pagará por ti por cada hora que emplees en desarrollar su proyecto.

Sé un buen profesional que da un muy buen servicio y verás como no tendrás que recurrir a ninguna de estas cinco trampas, cinco cosas que tu cliente jamás debería pagar.

 

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