Si quieres vivir una vida minimalista, deberás estar dispuesto a desprenderte de muchas cosas.

Lo más difícil es saber seleccionar lo que debes tirar de lo que no.

Para ello deberás luchar con tu apego hacia las cosas, no será fácil, pero si sigues una serie de pautas verás como tirar cosas no es tan grave.

Cosas que SÍ deberías tirar

Aquella cosa que no has utilizado en el último año. Si has podido pasar doce meses sin ni siquiera tocarlo, es seguro que no lo necesitas.

Nadie mejor que tú sabe qué necesitas y que no. ¿Necesitas esa panificadora que usaste sólo una vez?, ¿ese banco de abdominales que ahora está lleno de ropa?, ¿ese libro de “Diez pasos para conquistar a tus clientes ”, que sabes que jamás leerás?

Tienes dos cosas iguales. No tiene que ser dos cosas iguales en el sentido estricto de la palabra. Pueden ser dos cosas que hagan lo mismo aunque no sean exactamente iguales.

Una tablet y un ordenador portátil, por ejemplo. No son exactamente el mismo objeto, pero quizá sólo con el ordenador puedas hacer todo lo que te permite hacer la tablet.

En tal caso, deshazte de la tablet, vendela y sácate un dinerillo extra, que siempre viene bien.

Cosas que sabes que no usarás nunca jamás. Compramos cosas por si algún día las necesitamos pero ese día parece que no llega nunca.

Un gorro orejero por si viene una helada en Barcelona, cables y más cables por si necesitamos un euroconector, esa herramienta de bricolaje que nos regalaron pero que ni sabemos para qué sirve, una navaja suiza que está nueva porque no podemos ni abrir la hoja,…

Pregúntate si es realmente probable que en algún momento necesites este objeto. Y sé muy sincero con la respuesta, no te engañes para quedarte con el objeto.

Cosas que NO deberías tirar

Somo seres humanos con sentimientos. Por eso hay excepciones a la hora de tirar cosas que no sean imprescindibles.

Puede haber una cuestión sentimental que no nos deja deshacernos de un objeto.

Una joya que te dió tu abuela antes de morir, que te recuerda a ella cada vez que la contemplas, no es un objeto que deberías tirar.

Yo tengo un montón de dibujos de mi hija que soy incapaz de tirar, así que procuro guardarlos juntos y no me desharé de ellos hasta que no los haya digitalizado.

Si se te parte el alma sólo con pensar en tirar algo, por el cariño que guardas con ello, no lo tires.

El minimalismo es deshacerte de lo innecesario para ser más libre, pero si tienes cariño hacia una cosa es que entonces es necesaria para ti. Consérvala y cuídala siempre.

Los objetos que transmiten amor deben convivir con nosotros porque nos hacen sentir bien, todo lo contrario a aquello que nos sobra y que nos resta energía.


Colecciona experiencias, deshazte de los objetos.

Seleccionar lo que SÍ deberías tirar de lo que NO, no es fácil. Pero de alguna manera deberás empezar si quieres vivir con mayor libertad.

En el fondo, sabes qué es aquello que necesitas mantener y qué es aquello de lo que te puedes desprender.

Hay una parte de ti muy poderosa que luchará para que conserves toooodo lo que un día adquiriste.

Esa vocecita se llama “apego” y es el mayor enemigo del minimalismo. Lucha contra ella.

El apego a las cosas nos hace ser menos libres y nos despista de lo que yo considero más importante: las vivencias compartidas con otro seres humanos.